DEDICATORIA:



Dedico con mucho cariño este blog a los buenos amigos que se prestaron gratuitamente a ejercer de improvisados actores para que Tele-Le fuera una "realidad". Especialmente a Jesús; pese a todo, él sigue conmigo.

martes, 10 de noviembre de 2020

YA QUEDA MENOS PARA LA BODA- Y 2-


HISTORIA REAL COMO LA BIRRA MISMA

 -CAPÍTULO 8-

-YA QUEDA MENOS PARA LA BODA-

-Y 2-

-      Ayer estuve en “La Cloaca de Paca” y me dijo que si queríamos celebrarlo allí, tendríamos que decidir ya la diminuta.

-      Di minuta, cariño…por favor, no puede ser tan difícil, inténtalo, di minuta.

-      Eso he dicho, diminuta, pero si no dejas de emprenderme todo el tiempo, no sé yo, creo que no vamos a ser tan felices como soñamos –dijo apenado.

-      Me apetece que pongan canapés de caviar que dan mucha categoría al menú… -cortó Sestampana viendo peligrar su futuro matrimonio por esa tonta discusión.

-      Caviar  no, que son huevos de centurión y me da mucho asco.

-      Esturión, querido –corrigió- esturión.

-      ¿Qué tiene que ver si soy estudión o si no abro un libro ni por curiosidad?

-      Déjalo guap… maj… amorci…¡¡Déjalo anda!!

-      Sestampana vida mía,  con todas las cosas de las que vas a tener que ocuparte tú ¿Qué te parece si de todo lo preferente al  restaurante también me ocupo yo?

-      ¿Tú solo? ¿Estás seguro?

-      Hace tiempo que conozco uno muy bueno de flatos combinados que se llama Sitieneshambre Novengas

-      Una vez estuve de boda ahí y salimos con más hambre del que entramos –dijo Sestampana.

-      Vale, vale, pues pensamos otro –asintió él.

-      Me han hablado muy bien de La Arcada De La Abuela”. Es una bodega que ponen platos regionales. ¿Te parece bien Esterrato?

-      Pues claro que sí. Mañana mismo voy y pido un porsupuesto.

Quiero desmostrarte que puedo ser un padre responsable ocupándome de esta miniedad.

-      Nimiedad amor –rectificó una vez más y ya agotada Sestampana-. Nimiedad.

-      ¿Tu edad? No me importa que seas mayor que yo ¿pero eso que tiene que ver con el restaurante?

-      Nada, no te preocupes. Sólo que me extrañaba que sepas muchos de restaurantes.

-       Sí, soy un erutito.

-      Erudito, cielo, se dice erudito.

-      Pues eso he dicho erutito –repitió- me molesta que siempre me corroboras.

-      No te corroboro, te corrijo.

-      Pues no, no soy tu hijo –apuntó francamente molesto-. Me corroboras cuando me Confucio.

-      ¡Mejor vamos a dejarlo!

-      No por favor, no vamos a dejar esta relación tan amorosa por una significancia tan grande –decía aterrado Esterrato y el siguiente.

-      Lo importante es que una vez entré en un restaurante y soy un espeto.

-      ¡No me digas que tienes un palo clavau en el ojete! ¡No veo que te salga por la boca!

 

Una vez más Esterrato no entendió la ironía de su novia y saliéndose por la tangente, acarició suave y dulcemente la prominente barriga de su novia.

 

-      Qué barriguita más bonita se te está poniendo mi vida –dijo mirando embobado a la chica.

-      Cuando dé a luz no quiero quedarme gorda. Me apuntaré en un gimnasio para hacer ejercicio, aunque estoy mirando varios y no sé por cual me decantaré.

-      ¿Cantando se delgaza?

-      Quiero decir que no sé si aprenderé Karate o Ninja.

-      Mejor Ninja, siempre fuiste muy ninja de puta.

-      ¡¡No me hagas hablar Esterratito!!

-      He pensado que para amerizar la comida y postrerior baile, deberíamos contratar a la banda de nuestro amigo Alex Yotoko Komolculo. Esos ya sabemos que tocan muy bien.

-      ¡¡Como el culo!! ¡Me lo vas a decir a mí! –pensó la chica- no creo que permitan bandas en La Arcada De La Abuelaporque es un salón muy pequeño, por eso el baile lo hacen con un buen equipo de música de los años 70: un Radiocassete de una pletina que enrolla las cintas y no se escucha a penas.

-      Si es música que da penas no la pondremos. Ese día tiene que ser todo muy alegre, asinque  ya está diecidido, de la música también me encargo yo ¡Va a ser el día más feliz de nuestras vidas! ¡Ya verás qué montón de sospresas te voy a dar cariño!

-      Eso espero Esterrato, porque conociéndote me dan miedo tus sorpresas.

-      No temas amor, verás lo bonito que sale todo ese día.

-      Es una pena que estemos tan cortitos de presupuesto, no sabes cuánto me gustaría ir esta tarde al cine Esterrato.

-      También soy muy cinéfalo.

-      ¡Qué bien, tenemos una afición común! ¿Por qué no vamos?

-      Lo acabas de decir, estamos cortitos de porsupuesto y también me da mucha pena no tener dinero pa envitarte vida mía; me gustaría llevarte al cine de mi barrio para ver una película que estrenan muy románica, de amores y cosas asín. Un Flín de esos que te gustan.

-      Film cariño.

-      Bueno, fin, principio y cosas en medio tendrá digo yo, no va a ser todo amor y amor. Ponen una de Silvestre Sintalones.

-      Más que de amor las de ese actor suelen ser de violencia.

-      No, no, si violan a alguien no vamos, que mientras yo pueda invitarlo, no permitiré que conmigo pases malos ratos.

-      ¡Qué bueno eres Esterratito!

-      Cuando vi El estornudador de Boston estuve mucho tiempo sin poder dormir… por lo menos media película ¡¡O menos!!

-      ¡¡Qué bien!! –suspiró resignada… o no.

-      Y también vi una de Crón Truís ¡¡Esa sí que es de acción!! Se llama Micción Imponible.

-      Esa es pa mearse y no echar gota…-ironizó-. ¿Qué otras aficiones tienes Esterrato? –preguntó sin verdadero interés.

-      Me gustan mucho los deportes, sobre todo el flamenco

-      Bueno Esterrato –dijo la chica para olvidar esa extraña respuesta-. ¿Vas a invitar a mucha familia?

-      Sólo a la mía cariño. Tengo que avisar a mi tío Eusebio;  vive en Buenos Aires, concretamente en Uruguay y como está tan lejos tendré que hacerlo vía microondas.

-      ¿Cómo dices que se llama tu tío?

-      Eusebio Ludo, aunque desde siempre le llamaron Chebo.

-      Ah, qué bien ¡Chebo Ludo! Un nombre muy habitual allí.

-      No creo que venga porque hace años le imputaron la pierna izquierda.

-      Y a la derecha se la absolvieron ¿no?

-      ¿Sorbieron? No sé qué quieres decir.

-      Nada, nada, no importa.

-      También he pensado invitar a mi tío Tomé Togoles Empropiapuerta. Es jurgolista del Real Mandril y los domingos entrena al  Esteagua No Beberás Ni En Búcaro”.  Mi tío es un gran fósforo del futbol.

-      Forofo.

-      ¡¡Y Miliky, no te jode!! ¡Qué tendrá que ver! –dijo molesto y una vez más sin entender nada.

-      ¿A quién más piensas invitar querido? –dijo más bien asqueada la poco paciente muchacha.

-      A mi tío Menkantan Lasjoyasbuenas.

-      ¡Como tonto!

-      Tonto no, mi tío es Orfebrero.

-      ¿Y en Marzo a que se dedica? Orfebre, se dice orfebre…

-      ¡Bueno, sólo si pasa de 37 grados en la escala riste!

-      Las joyas buenas nos gustan a todas las chicas. Podías encargarle una.

-      No cariño, yo no quiero  encargar otra chica ¡Te quiero a ti!

-      ¡¡Me estás poniendo negra!!

-      Pues yo te veo igual que cuando llegaste.

-      Digo, que le podrías encargar a tu tío el orfebre una bonita joya para regalarme. Lo hacen todos los novios.

-      ¡Uy! ¡¡Pues si todos te regalan joyas, menudo joyerío tendrás!!

-      Nunca pierdes ocasión de recordarme lo puta que he sido  ¡¡Ya estoy harta!! –dijo a punto de la lágrima (de una, que el agravio no era para tanto).

-      Te habrás explicado mal o yo te he entendido peor mi vida.

-      Lo que tú digas… Que digo –cortó en seco-. Que si no viene a la boda tu tío Chebo Ludo, podíamos ir nosotros allí de luna de miel. En Argentina hay lugares preciosos.

-      Como por ejemplo las famosas Cascarrias del Algoazul.

-      Sí y las Cataratas del Iguazú también –ironizó Sestampana.

-      Y el Gracias (de nada) Predictor Moreno que está en una pierna que se está muriendo o agonizando o algo así.

-      ¡Claro hombre! Lo sabes de maravilla. El glaciar Perito Moreno en la Patagonia –volvió a matizar ironizando el tono desesperada-. Nada de malas patas ni de agonías.

-      ¿Ves? ¡Lo que yo decía! Que ya estás tú pa retrificarme.

-      Me alegra que te lo tomes así Esterrato. Es que algunas veces es imposible entablar una conversación coherente contigo.

-      No te entiendo, pero la palabra correrente y esta novela no pueden ir en la misma frase querida.

-      Tienes toda la razón Esterrato. Nos estamos perdiendo del tema. Hablábamos de nuestro viaje de novios. 

-      Pues a mí lo que me gustaría Sestampana querida, es llevarte al desierto porque así te tendría para mí solito.

-      ¡Qué romántico eres Esterrato! –dijo halagada a la par que atónita.

-      Pero sé que eso es imposible, porque en los desiertos se sufre de esparajismos y eso es muy peligroso.

-      Si no fuera mucho pedir  -dijo por salir del tema-. El día de la boda me gustaría ir a la iglesia en una calesa.

-      No sé qué es eso.

-      Una calesa es un elegante carruaje. Quiero que vaya tirado por cuatro caballos blancos y conducido por un cochero con librea –decía la chica con cara de boba ilusionada mirando al cielo como lugar indefinido donde mirar.

-      ¿No te gustaría ir en muselina?

-      No, en limusina no. Prefiero ir en calesa.

-      Cariño, también esto déjalo de mi cuenta que yo me encargo. Vas a ir a la iglesia en un caballo tirado; conducido por cuatro calesas  blancas y conducirá un cochero con libreta.

 

 

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